Encuentra al que pueda hacerte sonreír cuando veas que el mundo se te viene encima, que te diga cuando te equivocas y cuando no y que incluso te haga llorar con ciertas palabras, que quiera enseñarte el mundo, que conozca tus peores defectos y aun así siga queriéndote como el primer día, que te coja de la mano en frente de sus amigos, espera al que te recuerde constantemente que le importas y lo afortunado que es por tenerte, espera a aquel que hable con sus amigos y diga; es ella, no hay otra.
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