Nadie mas que tú.

Tu haces mi mierda de vida un poco más afable y haces que el mayor disgusto sea solo un motivo mas para sonreir. Me obligas a reir siempre que se pueda, a rectificar y a aprender siempre de mis errores, a vivir sin tanto odio. Llenas mi mundo de recuerdos, de momentos, que siempre mereceré recordar, haces de mis problemas un chiste, de mis lágrimas tan solo una mala pasada, y de mis alegrias una história. Gracias, porque tu eres la luz que me ilumina en la oscuridad, el pegamento que ayuda los pedazos de este corazón aún sin reparar, él auxilio que necestiaba, cuando ya no podía más...